Todos hemos realizado alguna vez afirmaciones sobre si un determinado evento meteorológico que hemos vivido en primera persona, o bien hemos escuchado en las noticias, tales como una ola de calor, un episodio de sequía o inundación, una ola de frío o una tormenta, podría estar causado o no por el cambio climático. ¿Pero somos conscientes de que existe una metodología específica para realizar estas afirmaciones? Se trata de los estudios de atribución de eventos extremos, una disciplina joven de la ciencia climática (apenas 20 años) que permite determinar si un determinado episodio meteorológico ha sido causado por el cambio climático o no.
Un punto de inflexión en el desarrollo de estos protocolos de investigación científica fue la creación del World Weather Attribution (WWA) hace unos 15 años de la mano de investigadores de prestigiosos centros de investigación climáticos como la Universidad de Princeton, el Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI), el Imperial College de Londres en Reino Unido, El IPSL/LSCE en Francia, NCAR de los Estados Unidos, ETHZ de Suiza y Cruz Roja Internacional.
Desde entonces la comunidad científica internacional se ha organizado para ser más ágil en la realización de este tipo de estudios y se han estandarizado las metodologías y su verificación por pares (peer review). Muchos eventos meteorológicos extremos, como las recientes olas de calor en India y Pakistán entre marzo y abril de 2022 han sido atribuidos con altos niveles de confiabilidad al cambio climático, mientras que otros han sido asociados más bien a la variabilidad natural del clima. En los últimos años, el avance de esta parte de la ciencia climática ha sido muy significativo.
En este post incluimos un link a un manual detallado publicado por la WWA sobre cómo comunicar la asociación entre eventos extremos y el cambio climático. Por ejemplo, la ola de calor sobre Europa en 2003 fue uno de los primeros eventos extremos en ser analizado con detalle para ser atribuido al cambio climático. En principio, esta guía está pensada para periodistas especializados en comunicación climática, pero pensamos que puede ser de mucho interés para un público más amplio.
Según indica el mencionado manual, todas las olas de calor son ahora más fuertes debido al cambio climático provocado por la actividad humana y no hay que ser demasiado cautos al hacer afirmaciones de este tipo.
Las inundaciones debidas a lluvia extrema también son más comunes e intensas debido al cambio climático en todo el planeta. Es probable que las inundaciones sean más frecuentes y severas en algunos lugares a consecuencia de ello, aunque también esto se ve afectado por otros factores, como la gestión del agua y los mecanismos de protección contra inundaciones.
Los incendios forestales también están siendo acelerados por el cambio climático con muy alta probabilidad y zona total quemada tanto en el sur de Europa, como en el norte de Eurasia, Estados Unidos y Australia, y alguna evidencia en el sur de China.
Otro tipo de fenómenos meteorológicos extremos distintos a las olas de calor, inundaciones o precipitaciones intensas, o incendios, requieren de estudios de atribución específicos para poder hacer afirmaciones categóricas en cuanto a su origen climático.