Los efectos del cambio climático y las correspondientes afectaciones que generan sus impactos son cada vez más evidentes, frecuentes y detectables en múltiples sectores económicos. El sector minero, así como las diferentes actividades económicas derivadas, no son ajenas a este fenómeno de escala global que se manifiesta en impactos localizados.
El International Council on Mining and Metal presentó en 2019 una publicación relativa a las necesidades de adaptación del sector minero mundial a los posibles impactos locales derivados del Cambio Climático. Según la publicación Adapting to Climate Change (1) la variabilidad del clima podría generar afectaciones relevantes en el sector minero tanto a nivel económico como social. Los fenómenos meteorológicos extremos y los cambios de patrones climáticos a más largo plazo tienen el potencial de afectar múltiples elementos del ciclo de vida de una mina y su desempeño. Daños materiales directos (en activos y equipos), gestión de los recursos de agua, la reducción de la vida útil de instalaciones clave (presas de relaves, almacenamiento de agua y mineral), afectaciones a la continuidad de la producción y las cadenas de suministro son ejemplos de impactos identificados más extendidos en el sector a nivel global.
En consecuencia, este tipo de amenazas climáticas tan significativas a los que el sector minero está expuesto se abre una necesidad urgente de implementar operaciones resilientes a los impactos físicos del cambio climático y desarrollar capacidades de absorción de los “shocks climáticos” cuando éstos suceden.
En cuanto a información disponible sobre el cambio climático, se dispone en la actualidad de múltiples estimaciones o proyecciones climáticas basadas en asunciones o escenarios radiativos que establecen hipótesis de concentración GEI en atmosfera y la capacidad de actuación antropogénica. Existe una gran cantidad de proyecciones climáticas generadas por múltiples instituciones internacionales que utilizan metodologías particulares. Los resultados de estas proyecciones, si bien aportan información relevante sobre la evolución de parámetros meteorológicos a escala sinóptica o global, presentan ciertas limitaciones para poder establecer conclusiones sobre impactos climáticos en localizaciones muy específicas, como, por ejemplo, las operaciones mineras y su área de desarrollo productivo.
Para poder realizar un diagnóstico de riesgos climáticos de carácter localizado es recomendable valorar la implementación de técnicas de regionalización climática de estas proyecciones que permitan obtener series de datos que consideren fenómenos de meteorológicos de escala local, así como la complejidad topográfica en el entorno de una operación minera.
METEOSIM participa activamente en la evaluación de riesgos e indicadores climáticos específicos clave para el desarrollo de operaciones en el sector minero. La aplicación de técnicas de regionalización dinámica centradas en el entorno de operación de una unidad minera y su cuenca atmosférica permite disponer de datos de mayor representatividad local para el diseño y adaptación de operaciones más resilientes al cambio climático.
(1) Adapting to a Changing Climate: Building resilience in the mining and metals industry (2019) //