Reflexiones sobre el desarrollo de herramientas climáticas customizadas para apoyar a la industria vitivinícola a la gestión de la producción.
Hay evidencia científica de que nuestro clima está cambiando debido a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que provienen de las actividades antropogénicas. Aunque las causas y las consecuencias del cambio climático sean globales, los impactos difieren en cada región y en cada sector. Hacer frente al cambio climático pasa por reducir nuestra contribución de GEI a la atmósfera a través de acciones de mitigación y, al mismo tiempo, adaptar nuestra actividad a nuevos escenarios con un clima diferente.
En este contexto altamente incierto las medidas de adaptación serán clave en muchos sectores económicos, cuya actividad puede estar afectada por un cambio en las condiciones climáticas. Este es el caso de la agricultura, en el que cambios en los patrones de precipitación, temperatura y eventos de precipitación pueden implicar un cambio determinante en la producción y la calidad del producto final.
En concreto, el sector vitivinícola y la gestión de los viñedos ha sido históricamente muy sensible a la variabilidad climática. La producción de uva está condicionada a un rango muy acotado de temperatura y precipitación. En efecto, hoy en día los agricultores ya están experimentando una gran variabilidad climática, que implica grandes alteraciones en la cantidad y las propiedades de los vinos de un año a otro. No obstante, algunos agricultores están adaptándose a esta gran variabilidad desarrollando y validando nuevas tecnologías inteligentes y innovadoras como la irrigación optimizada, irrigación optimizada, crop forcing o shoot trimming, diseñados para contrarrestar los impactos climáticos en la producción de la uva. Aún así, el éxito de estas técnicas depende de disponer de un pronóstico del clima y del tiempo de calidad. Otras técnicas de gestión de viñedos como la fumigación contra enfermedades, la poda o la vendimia tiene que ser planificado teniendo en cuenta el pronóstico climático y del tiempo.
Por lo tanto, el pronóstico del tiempo y del clima son herramientas esenciales en la planificación de las actividades vitivinícolas. En este contexto, la incertidumbre del pronóstico juega un papel muy importante en el proceso de toma de decisiones. El pronóstico a corto plazo (varios días de horizonte), las habilidades y la capacidad predictiva del pronóstico acostumbra a ser aceptable para la mayoría de las situaciones meteorológicas y puede ser aplicada de una forma clara y directa. No obstante, la incertidumbre y la capacidad predictiva empeoran a medida que el horizonte temporal aumenta a escalas de semanas (sub-estacional) o meses (estacional), en el que la toma de decisiones se convierte en un proceso más complejo basado en probabilidades en un contexto de alta incertidumbre.
Hoy en día, en respuesta a esta necesidad, los Climate Services están siendo desarrollados como nuevas herramientas que actúan como enlace entre el conocimiento científico sobre el pronóstico meteorológico y climático y las necesidades de los usuarios finales, tratando de hacer visible y usable el valor añadido que hay en las predicciones meteorológicas y climáticas. En este sentido, Vineyards Integrated Smart Climate Application (VISCA) es un proyecto de investigación e innovación financiado por el programa H2020 y está siendo coordinado por METEOSIM. El principal objetivo de VISCA es proveer un Climate Service (CS) y un Decision Support System (DSS) para el sector viticultor, que integre pronóstico meteorológico y climático, datos agronómicos y las especificaciones dadas por los usuarios finales para diseñar estrategias de adaptación al cambio climático y a la variabilidad climática. Esta nueva herramienta pretende apoyar el proceso de adaptación de los productores de vino al cambio climático y la variabilidad climática mediante la mejora de la gestión de la producción en cuanto a la calidad y cantidad del producto final.
La nueva herramienta VISCA provee un amplio rango de pronósticos a diferentes escalas temporales desde corto plazo (dos días hacia adelante), medio plazo (diez días hacia adelante) y estacional (6 meses hacia adelante). Estos pronósticos están acoplados a un modelo fenológico, que pronostica las diferentes fases fenológicas de la vid (brotación, floración, cuajado, envero y poda tras la vendimia). Al mismo tiempo, el pronóstico a medio plazo está acoplado a un modelo de irrigación, que proporciona recomendaciones de irrigación en una semana de antelación considerando también los últimos datos meteorológicos registrados en estaciones de medición más cercanas. La herramienta VISCA ha sido ya desarrollada y funciona operativamente en 3 áreas de demostración en España, Portugal y Italia. Están invitados a seguir las novedades del Proyecto a través de su página web.
El éxito de un producto como VISCA radicará en la implicación de los científicos y de los usuarios finales en el co-desarrollo y el co-diseño de la herramienta. Pronósticos de alta calidad y sus productos derivados deben estar claramente orientados al usuario final y sus comentarios y contribuciones sobre el uso y el valor añadido son claves en el proceso de desarrollo. En este sentido, METEOSIM estará siempre comprometido en el desarrollo de productos diseñados a medida para ayudar a un amplio rango de sectores en la toma de acciones para adaptarse a los riesgos meteorológicos y climáticos.