La simulación numérica de modelos de transporte atmosférico se convierte en una herramienta muy útil para la gestión de episodios de calidad de aire y olores molestos.
En el complejo contexto de desarrollo industrial y la concienciación socio-ambiental ciudadana en la que actualmente convivimos, las actividades generadoras de contaminantes atmosféricos y olores molestos tienen por delante una importante cuestión que resolver.
¿Cómo operar minimizando los impactos ambientales y quejas vecinales?
Si bien es fundamental para el sector industrial poder mantener sus necesidades productivas y de crecimiento, la concienciación ambiental ciudadana y política ante actividades generadoras de contaminantes atmosféricos se convierte en un factor cada vez más influyente, como “stakeholder”, en la viabilidad y operatividad de dicha actividad. Son cada vez más comunes los ejemplos locales en los que la presión política y ciudadana pueden llegar a supeditar las condiciones de operación de una actividad emisiva de sustancias a la atmosfera.
Y nos preguntaremos, ¿Qué puede aportar el sector científico ante este tipo de situaciones?
En la última década, la capacidad de los modelos numéricos determinísticos para de reproducir el comportamiento de la atmosfera en una zona específica ha mejorado significativamente. Este importante avance tecnológico nos permite hoy en día disponer de una serie de herramientas precisas que permiten comprender, de forma muy detallada, el comportamiento de los parámetros meteorológicos que afectan a un proceso de dispersión atmosférica.
Uno ejemplo claro de la aplicabilidad de esta tecnología de modelización atmosférica es el denominado análisis de trayectorias de viento. El análisis de trayectorias de viento nos permite entender el recorrido que seguiría un determinado contaminante o partícula emitida desde una localización concreta en el transcurso del tiempo. Esta aproximación nos permite considerar la influencia del viento en cuanto al “trazado” definido de una emisión en su entorno atmosférico, permitiendo analizar rápidamente las zonas que pudieran verse afectadas por una actividad emisiva concreta.
En esta misma línea, los avances tecnológicos en el campo de la modelización numérica también nos permiten trabajar con información meteorológica a diferentes horizontes temporales (pasado, presente y futuro), abriendo un interesante campo de posibilidades en cuanto al análisis de trayectorias de viento. El análisis de retro-trayectorias nos permite identificar la procedencia de una masa de aire que haya traspasado una localización geográfica concreta en el pasado, permitiendo identificar posibles localizaciones y hasta “rastrear” fuentes de emisión causantes de episodios de mala calidad del aire u olores molestos.
La experiencia que hemos podido desarrollar en el estudio del transporte atmosférico de contaminantes nos permite confirmar que el uso de sistemas de cálculo de trayectorias y retro-trayectorias constituye una interesante herramienta para el análisis de episodios de contaminación y olores molestos.
Disponer de una capacidad analítica que, en cuestión de pocos segundos, nos permita evaluar la procedencia o evolución de una emisión atmosférica en diferentes horizontes de tiempo (pasado, presente y futuro) puede convertirse en un criterio técnico de gran valor para la adopción de medidas actuación preventivas, correctoras o mitigadoras frente a los potenciales impactos generados por una actividad emisiva.
Ejemplos de la aplicación de esta tecnología en la toma de decisiones y actuaciones ambientales en múltiples sectores de actividad industrial son cada vez más comunes y extendidos tanto desde la perspectiva del operador (prevención, mitigación y justificación) como desde la del propio regulador ambiental (prevención, fiscalización y comunicación).